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Comentarios viajeros Namibia

Felicidades!!

Según me han dicho habéis salido en el mundo, en un especial sobre viajes, un lector llamado Ángel escribió textualmente:

«hice un viaje a Namibia y Botswana en camión con una agencia española llamada Tarannà, que tienen su propia infraestructura allí… y fue maravilloso!!!»

G.

Hola, encara que fa dies que vam tornar, sols dir-te que tot va anar molt bé, em tornat molt contents i el grup va funcionar, amb totes les reserves i pors però al final va anar bé, per cert les dubtes eren certes, ja m’entens: el fred, era fred… els dos primers dies el plumón em va anar d’allò més bé, l’equip perfecte i la cuinera excelent.

Ara ens queden els records i les fotos.

Petons. V. i G.

Este viaje no te deja indiferente. El contraste de la naturaleza prima sobre cualquier otro concepto. El contacto con la vida natural en los diferentes ecosistemas y con la fauna, te hace vivir una experiencia inolvidable.

Namibia, un país desarrollado, de gran influencia alemana, se extiende en un vasto desierto cuyos contrastes no dejan de sorprenderte. Un gran viaje que puede empezar por el Sur del país, visitando su conocido Desierto del Kalahari , y ascender por el Parque del Namib hacia el Norte. En el Parque del Namib, encontrarás inmensos espacios y llanos desérticos, salpicados de pequeñas cadenas montañosas de colores amarillos y pardos. Cuando te has acostumbrado a este hermoso paraje, te sorprende el color anaranjado de las dunas en la zona de Sossusvlei, donde poder caminar por el perfil de la Duna 45 la más alta del mundo y contemplar el espléndido paisaje que queda a tus pies, dunas elevadas naranjas, y el famoso Deadvlai (Lago Seco) donde los esqueletos de árboles históricos salpican el color blanco que el lago dejó. Árboles de copa verdosa, y una gran riqueza en aves te remontan a un paraje remoto y único. Desde allí no podemos dejar de visitar el Cañón de Sesriem, cuenca dejada por el río que baja de las montañas Nauluft y que en época seca se puede caminar en un trekking de cuatro jornadas. Hermosos orix (símbolo del país), cebras, avestruces y suricates comparten este espacio desértico con numerosas aves, sorprendente y seco ecosistema con vida animal, motivo de estudio de los más afamados científicos.

Tomamos nuestro coche y seguimos la ruta hacia el norte paralelos al Océano Atlántico, aguas que guardan una de las principales fuentes de ingresos del país, la pesca. En el trayecto, y como preámbulo a Swakpmund, se extiende un extraordinario paisaje lunar y un árido desierto donde crece la welwitschia, planta más longeva del mundo botánico. Al llegar a Swakopmund, te sorprende como una ciudad con aires alemanes se puede organizar en medio del desierto. Muy recomendable la excursión que te lleva a los barrios marginales de la ciudad, donde viven los auténticos pobladores del país, y conviven las dos etnias más notorias de esta zona, los damaras y los hereros. Al salir de esta europea ciudad, seguimos ruta al norte, parando en Cape Cross donde una extraordinaria colonia de focas está permanentemente en este punto. En nuestra primavera es el momento álgido, en el que las hembras paren sus crías y el murmullo de la colonia es sobrecogedor.

Y seguimos la carretera que nos lleva a la zona del Damaraland, tierra de la etnia damara y repleta de elefantes cuando todo está frondoso. A nuestra derecha vemos la montaña Spitzkoppe y a nuestra izquierda las famosas montañas de Brandberg que alcanzan los 3000 metros de altura. El calor es importante y siempre llevamos agua en nuestra nevera para refrescarnos. El paisaje de la tierra damara, cambia de repente ofreciéndonos una gama de colores rojizos y graníticos. El agua que fluye en el subsuelo nutre a numerosos y verdes árboles que sorprenden al viajero. Las figuras graníticas te acompañan durante este recorrido en el que te sientes solo en medio de este paraje. Parada obligada es Twelfelfontein, lugar donde se conservan grabados y pinturas de los bosquimanos que poblaron el país hace más de 2000 años. Seguimos hacia el norte y al lado del mar encontramos la famosa Costa Esqueletos. Su nombre proviene de los numerosos cascos de barcos que allí quedaron barados años atrás. La gran extensión del desierto y las aguas del Atlántico ofrecen con estos pintorescos esqueletos un paraje sin igual en todo el mundo. Para aquellos que al viajar precisen más comodidad, hay que recordar que existen aeropuertos privados en numerosas poblaciones del país, pudiendo evitar los kilómetros de carretera, aunque en mi criterio el recorrer el suelo te pone más en contacto con el país.

También Namibia te ofrece la oportunidad de hacer safaris, el lugar es el Parque Nacional de Etosha, donde se pueden ver todas las especies de animales salvajes como en cualquier otro lugar de África, jirafas, leones, ñus, impalas, cebras, y lo más característico del lugar los elefantes. En la época seca se produce un fenómeno muy especial y son los waterwhole o agujeros de agua, que suponen un reclamo refrescante donde acuden todas las especies a beber y provoca un fácil avistamiento de las especies. Pero este país todavía tiene otra zona que no podemos dejar de visitar y es el Kaokoland, zona norte del país, coronada por el río Kunene que hace frontera con Angola. Allí existe la población de los himbas, que se dicen provenientes de Angola. Es una etnia posible de visitar, bien desde la ciudad de Opuwo o más al norte en Epupa Falls, ésta segunda tiene también aeropuerto y aunque el alojamiento es sencillo, tiene el añadido de visitar las Cataratas. Sea como fuera, visitar un poblado himba será un punto final de viaje sorprendente. El contacto con la tribu es directo. Sus mujeres continúan con los mismos hábitos sociales de hace cientos de años, y aunque el desarrollo está provocando que numerosos himbas se desplacen a las ciudades, al día de hoy todavía es toda una experiencia visitarles. El color anaranjado de la piel de sus mujeres, les da un aspecto característico. Consiguen esta tonalidad, por untar en todo su cuerpo – que nunca puede tocar el agua- una mezcla conseguida con mantequilla, polvo de planta aromática y arena rojiza. Destacan sus cabellos con un tocado de piel del que cuelgan sus trenzas “a lo rasta” también untadas con este mezcla cosmética. Realmente la mujer himba goza de gran belleza y originalidad. Los hombres se desplazan con su ganado a muchos kilómetros del lugar, en busca de agua y pasto para el ganado. Todo un broche final para retornar a Windhoek. En el camino de regreso, pasaremos por la franja horizontal que atraviesa de Este a Oeste el país, donde numerosos buscadores de diamantes radicaron sus granjas y que hoy en día suponen lugar de visita, descanso e incluso punto de safari donde disfrutar de un último paseo natural por los bellos parajes namibios.

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